Los mitos, las ideas preconcebidas, y el sexo seguro para los jóvenes LGBTQ
Pensar en el momento en que su hijo comienza su vida sexual, ahora o en varios años adelante, le da miedo a cualquier padre. Si su hijo se identifica como LGBTQ, puede ser aun más difícil para usted a causa de los mitos y las preocupaciones que existen. Los padres de los adolescentes LGBTQ confiesan bastantes preocupaciones sobre la seguridad sexual de sus hijos. Entonces aquí está una lista corta de mitos, ideas preconcebidas, y sugerencias para el sexo seguro para que usted y su hijo puedan navegar su sexualidad mejor.
Los mitos y las ideas preconcebidas
Todos los adolescentes son promiscuos. Al cumplir 15 años, 16% de los adolescentes han tenido las relaciones sexuales. Al cumplir 17 años, esta estadística casi se duplica. No quiero asustarle con esta estadística sino resaltar las experiencias de muchos adolescentes. La verdad es que la mayoría de los jóvenes se sienten ansiosos sobre el sexo a causa de los mensajes mixtos que reciben cada día. Por ejemplo, los chicos deberían tener el sexo con todos, mientras las chicas no deberían tener el sexo con nadie. La mayoría de los jóvenes que han tenido el sexo solamente han tenido una sola pareja, y normalmente tienen el sexo oral antes de tener el coito. Además que los valores sexuales que usted y su familia le han enseñado, es importante saber que los adolescentes también navegan su sexualidad y su comportamiento con la sabiduría que ya tiene.
Mi hijo ni ha pensado ni ha tenido las relaciones sexuales. Es la verdad que algunos chicos son asexuales: una persona que no experimenta la atracción sexual para otra persona, o la experimenta con muy poca frecuencia. Sin embargo, muchos adolescentes tienen relaciones románticas y/o sexuales y experimentan la atracción y la excitación. Todas estas experiencias son “normales.” No importa dónde está su hijo en el espectro sexual, probablemente por lo menos estás pensando en el sexo.
El riesgo de las enfermedades de transmisión sexual está más alto para los adolescentes. Es la verdad que los adolescentes corren más riesgo en contraer una ETS que los adultos. Sin embargo, es importante entender el contexto de la situación. Los adolescentes contraen más ETS a causa de una falta de información correcta y de acceso a los modos de protección. No es que tienen el sexo con más personas que los adultos.
Esta es una fase. La sexualidad es fluida para muchos jóvenes. La adolescencia es una época caracterizada por los cambios intensos, y sus atracciones sexuales no están exentas de estos cambios. La sexualidad y la identidad de género quizás son fases para su hijo, pero quizás no son. Sin embargo, hay que asegurar que su hijo es saludable sexualmente y emocionalmente en el futuro. Si habla honestamente y seguramente con su hijo ahora sobre su sexualidad y si le da las herramientas necesarias para cualquiera relación, su hijo tendrá éxito y será sano para muchos años.
El sexo (más) seguro
La protección. Si su hijo es LGBTQ, hay muchas maneras de tener el sexo seguro si él o ella decide en tener el sexo. Las personas de todos los géneros y todas las orientaciones pueden utilizar los condones. Hay condones hechos de látex para una persona con pene y otros hechos de poliuretano que se puede llevar dentro de la vagina.
También hay otros métodos de protección. Para las mujeres que tienen el sexo con otras mujeres, hay barreras dentales de látex que cubren los genitales para el sexo más seguro. Es seguro utilizar todos estos condones y barreras dentales. Son muy efectivos contra las ETS cuando se los use correctamente y también son baratos. De la verdad, muchos departamentos de salud y muchas clínicas en las escuelas tienen los condones disponibles para los jóvenes y se les enseñan a usarlos correctamente.
Los reconocimientos médicos. Una de las maneras mejores de protegerse es saber su estatus de las ETS y el VIH. Promover la importancia de saber su estatus con su hijo LGBTQ es una parte importantísima de su salud sexual. Es importante notar que querer un reconocimiento médico no sugiere necesariamente que su hijo tiene una ETS. En la realidad, significa que su hijo quiere ser proactivo y saludable. Queremos los adolescentes saludables, ¿no?
La comunicación. Los adolescentes son muy complejos. Pueden ser inapropiados, ofensivos, y complicados muchas veces. Pero también son muy inteligentes, críticos, compasivos, y divertidos. A pesar de los sentimientos mixtos, los jóvenes LGBTQ tienen opiniones sobre muchas cosas, y tienen una gran variedad de expresar esas opiniones. Si un joven se siente seguro en discutir y expresar sus sentimientos sobre su sexualidad con un padre, sin hacer caso de las complejidades, se sentirá más seguro en discutir y expresar sus sentimientos con una pareja sexual. Si su hijo solamente puede hablar sobre el sexo con sus compañeros, probablemente no van a tener la información más correcta. Es importante que su hijo pueda practicar sus habilidades de comunicar sobre el sexo con usted o con otra persona en que confía.
El placer. Hay bastantes investigaciones que hacen conexiones entre el placer durante la primera experiencia sexual para un joven LGBTQ y los riesgos sexuales que toma en el futuro. Básicamente, si el sexo le da placer, es más probable que tenga el sexo más seguro en el futuro. Si los adolescentes tienen conversaciones sobre el placer y las maneras de tener el sexo seguro (los condones, la comunicación, los reconocimientos médicos, etc.), es más probable que utilicen estas herramientas. Los mensajes que la mayoría de los jóvenes LGBTQ recibe sobre el sexo son muy negativos, pero ¡usted puede cambiarlo!
LaShay Harvey, M.Ed. es sexología, profesora, y investigadora que vive en Baltimore, MD hoy en día. LaShay enseña un curso sobre la sexualidad y un curso sobre el género en la Universidad de Baltimore. También coordina un estudio sobre la enfermedad pélvica inflamatoria en la Universidad de Johns Hopkins.
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