Bodas y Preguntar Sobre Tener Hijos
Kristin Dice:
¡Hola MI MADRE! ¡Solo bromeo, yo sé que no eres mi mamá…pero podría serlo, porque ohhh como sé que esta es la manera que mi mamá se sentía y continúa sintiéndose! Lo que es increíble de la experiencia que estoy teniendo con mi mamá es que—a pesar de yo SABIENDO que ella está a punto de explotar con la idea de su primer nieto—ella ha respetado completamente mis límites y mi privacidad cuando tiene que ver con los detalles de mis planes futuros de familia.
Ahora bien, me he adelantado un poco, así que vamos a analizar esto:
Primero que todo, GRACIAS. Gracias por ser tan tremenda madre para su hija (¡puedo notarlo!), por estar emocionada por su futuro, por apoyar su amor y su futuro matrimonio. Es realmente importante para nosotros comenzar por aquí, porque debería usted saber que ya le está dando a su hija (y a su futura esposa) una base increíble de familia y amor.
Ahora, vamos con el tema de los bebés. Las lesbianas definitivamente pueden y tienen bebés, y su hija y su futura esposa podrían estar planificando para agrandar su familia en algún momento. Existen bancos de espermas, está la adopción, existe la posibilidad de utilizar un “donante conocido”, ¡hay niños de crianza! Las complejidades y especificaciones de todas esas opciones merecen su propio artículo aquí en “My Kid Is Gay”, pero por ahora es suficiente decir que los bebes son definitivamente ¡una posibilidad para su hija! Lo que esto significa es doble: seguro que sí, que puede hablar y pensar sobre la posibilidad futura de bebes, ¡pero espere!!!...usted debe ser tan respetuosa de los límites de su hija y su esposa como cualquier padre debe ser con cualquier hijo, independientemente de su sexualidad.
Verá, esta es la cosa. Yo me casé con mi esposa Jenny, hace tres años y medio. Vea, estas somos nosotras:
Nuestra boda fue la mejor, y mi mamá hizo 200 servilletas de tela con cuadros diminutos verdes y manteles de mesa de alrededor de 400 libras de granola y arpillera y ¡muchas cosas más! Ella se entregó a la planificación de la boda como si fuera el rol para el cual nació para llenar (honestamente, pudo haberlo sido), y yo estaba bien emocionada de compartir la experiencia con ella. De camino a y durante mi boda, mi mamá y yo estábamos enfocadas en mi boda. No queríamos adelantarnos en ese punto porque queríamos celebrar lo que significaba que había encontrado a alguien con quien compartir mi vida—alguien a quien amo mucho y quien me reta en maneras increíbles. Digo todo esto porque, primero que todo, quiero alentarla a poner su enfoque en la relación de su hija por el momento. El tiempo es una cosa graciosa, y no quisiera que usted o su hija se pierdan de lo maravilloso de esta celebración, todo porque solo está pensando en que pasará después.
Ha pasado ya algún tiempo desde ese día de bodas, y yo honestamente pensé que mi mamá estaría preguntándome sobre bebés a diestra y siniestra, volviéndome loca. Hemos discutido mis sentimientos generales en cuanto a familia se refiere, los cuales básicamente son afirmativos, “sí, quiero una familia, creo, pero la vida es complicada, así que no conozco los detalles, solo necesito descifrarlos como vengan”, pero no hemos ido más profundo que eso. Ocasionalmente rozamos con el tema, y algunas veces ella ha reaccionado a pesar de que no quiera (apenas el mes pasado mi mamá estaba aquí, vio un bebe, y accidentalmente expresó, “¡Oh! ¡Es tan bello! ¡Tú más vale que me des uno de esos PRONTO!!!”), pero uno de los regalos más grandes que mi madre me ha dado es que no me ha empujado con la pregunta de detalles. Estoy segura de que lo habla con sus hermanas, estoy segura de que lo habla con mi papá. ¡Ella tal vez lo ha hablado con mi hermana! ¡Quién sabe! Lo que si se es que ella ha sido increíblemente respetuosa de mí y del proceso complicado que puede ser el pensar en hijos, tratar de tener hijos, o cualquier cosa entre ambos.
Mi consejo para usted es que esté emocionada de las muchas posibilidades abiertas para su hija y su pareja, y mantenerse con las preguntas más generales y de apoyo. Quizás usted podría decirle algo como, “Estoy tan emocionada por tu boda, y que has encontrado a alguien con quien compartir tu vida. Yo sé que manejar un matrimonio y pensar sobre el futuro puede ser bien complicado y encantador a la misma vez, y solo quiero que sepas que, si quieres hablar de lo que sea, en cualquier momento, soy todo oídos. ¡No puedo esperar ver lo que el futuro te depara!!” Su hija cogerá el mensaje. Usted la apoya, usted la ama, y usted sabe que ella puede tener un futuro que se vea de muchísimas maneras. Usted puede también sentirse cómoda preguntándole, más generalmente, “¿Ustedes hablan sobre tener hijos?” Déjela a ella dirigir el resto de esa conversación, tanto antes como después de su boda. Ella podría abrirse a usted y decirle todo lo que está pensando rápidamente, o ella puede ser como yo y de vueltas al perímetro de la conversación porque no está segura (o no está segura de cuan detallada quiere ser de sus pensamientos y planes).
Esencialmente, mi consejo es que trate a su hija de la misma manera que trataría a cualquiera de sus hijos—con amor, con respeto, con compasión. Tenga paciencia, dele su espacio donde se necesite el espacio, y en todo momento, recuérdele cuánto la ama y cuan emocionada está porque ella esté compartiendo su vida con alguien que ama.
¿Como puedo apoyarlo mejor?