¿Le debería preguntar?
Laurin dice:
Yo también luchaba con esta pregunta mucho cuando mi hijo Danny, de 25 años hoy en día, era un adolescente. Reflexioné sobre las ventajas y las desventajas y finalmente decidí no hablar con él sobre su sexualidad. En nuestro caso, fue la mejor decisión, pero cada familia es diferente. De todos modos, es importante que su hijo sepa que le quiere y que le apoya. Usted no tiene que saber la sexualidad de su hijo para aliarse con él.
Yo sospechaba que Danny era homosexual desde hacía varios años. Durante su niñez él prefería juguetes, juegos, y colores que eran considerados femeninos por la sociedad. Algunos supusieron que era homosexual. Yo no supuse nada, porque sentía que la identidad de Danny era su decisión. Aunque no fue fácil, yo elegí apoyarlo en cualquier caso. Tan pronto como empezó el acoso en la escuela, me convertí en su apoyo y defensora-- yo apoyé a mi hijo para que pudiera soportar el acoso y yo hablé con los padres y los maestros para que eso se acabara.
Cuando Danny llegó a la adolescencia, yo experimenté sentimientos complejos con respecto a preguntarle sobre su sexualidad. No quería presionarlo ni hacer que se sintiera incómodo. También yo conocía el doble estándar en nuestra sociedad: los chicos heterosexuales no tienen que declarar su sexualidad a sus padres, entonces ¿por qué los chicos homosexuales tienen que hacerlo? Si nosotros como padres aceptáramos a todos nuestros hijos como son, no sería necesario que declararan su sexualidad. Desafortunadamente, todavía no hemos llegado a este punto como sociedad, y aún existen varias razones importantes para tener que declarar la sexualidad.
Yo creía que una de las ventajas de hacer esta pregunta era que nos ayudaría a abrirnos sobre el tema. Él sufrió mucho acoso en la secundaria, le fue difícil hacer amigos, y sufrió depresión. Yo sé que los adolescentes homosexuales corren un riesgo de suicidio más alto que los heterosexuales, especialmente cuando experimentan el acoso. Un amigo homosexual me aconsejó que hablara con Danny sobre su sexualidad para poder apoyarle mejor. A pesar de este consejo, nunca tuve esa conversación con Danny.
Decidí demostrar a Danny que yo le apoyaría, homosexual o no, sin tener esa conversación con él directamente. Compré un libro sobre la adolescencia, el sexo, y las relaciones sexuales. Escogí uno que contenía mucha información sobre identidades y relaciones homosexuales, pero que no se trataba de la homosexualidad únicamente. Hubo un momento incómodo cuando le mostré el libro a Danny por primera vez. No sé si él ha vuelto a abrir el libro desde entonces.
Somos afortunados por tener varios amigos homosexuales y una relación profunda con una pareja homosexual que son como tíos cercanos para Danny. Pasábamos tiempo con ellos, y viajamos juntos algunas veces. Ellos nunca tuvieron conversaciones íntimas, pero creo que pasar tiempo con ellos fue tranquilizador para Danny.
También miramos unos programas en la televisión que tenían que ver con temas de homosexualidad y a veces intercambiábamos nuestras opiniones sobre ellos. De este modo, expresaba mi apoyo a la comunidad LGBTQ sin ser demasiada íntima.
Danny se juntó con la Alianza Gay-Heterosexual de su secundaria y me sentí aliviada y alegre de que sus amigos lo apoyaran. Aunque él hablaba públicamente sobre su participación en la Alianza, y él había salido del armario para algunos de sus amigos, no me lo dijo durante este tiempo.
La primera vez que Danny nos declaró su homosexualidad a mí y a nuestra familia ocurrió durante el verano después del colegio cuando salió con su primer novio. Él no tuvo ninguna conversación formal conmigo ni con nadie en la familia. Me dijo que estaba saliendo con uno de los chicos de su grupo de teatro y un poco después lo invitó a una reunión familiar con primos, tías, tíos, y abuelos. Nadie en la familia se sorprendió y no hubo ninguna reacción negativa. Me sentí aliviada de que finalmente no había nada oculto y todo estaba abierto.
Me pregunté si yo le decepcioné a Danny porque no tuve una conversación directa con él. Desde allí, hemos tenido muchas conversaciones. Al reflexionar, Danny me dijo que estaba agradecido por tener el espacio para pensar en si mismo. Me repitió lo que varios adolescentes me han dicho. Ellos necesitan tener el espacio para darse cuenta de su identidad sólo y después pueden decírselo a los demás. Como padres, es nuestro trabajo estar disponibles para ellos y darles el espacio que necesitan. No es fácil saber cuándo debemos intervenir.
Danny no necesitaba declarar su sexualidad explícitamente porque no tenía miedo al rechazo. Él no se habría sentido apoyado si le hubiera preguntado directamente, “¿Eres homosexual?” Por lo general, creo que los adolescentes deben tener el espacio para declarar su sexualidad cuando estén listos. Cuando viene ese momento, un poco de apoyo por parte de padres a veces puede ayudar. Aquí les comparto algunas recomendaciones para crear un ambiente de apoyo, si su hijo es homosexual o no:
- No haga suposiciones sobre la sexualidad de ningún chico. Es su trabajo hacer que ellos se sientan seguros y apoyados sea cual sea.
- Fomente espacios y momentos en los que pueda expresarle a su hijo que le quiere y que le apoya siempre. No tiene que saber su sexualidad para apoyarle.
- Si está preocupado sobre la seguridad de su hijo, exprésele sus inquietudes. Invite a su hijo a contarle lo que está pensando, y dígale que que lo apoya.
- No le obligue a confesar su sexualidad. Deje que la exprese cuando esté listo.
- Genere un ambiente y convivencia sanos y respetuosos en su casa. Por ejemplo, no permita lenguaje ni bromas que sean homofóbicos. Si asisten a una iglesia, sinagoga, o templo, busque una congregación inclusiva.
- Dígale a su hijo que usted apoya a la comunidad LGBTQ. Si él sabe que la apoya, sabrá que puede hablar con usted sobre su sexualidad.
- Reflexione sobre qué haría si su hijo le dijera que es homosexual, ¿estaría dispuesto a guardar el secreto hasta que él esté listo a hablar con los demás? Si es necesario, pregúntese si estaría usted dispuesto a defenderlo a su familia.
El hecho de que usted esté tan preocupado por hacer esta pregunta me dice que usted es un padre cariñoso y su hijo es afortunado por tenerle.
Laurin Mayeno es una orgullosa madre multiracial de un hijo multiracial y homosexual. Es una activista apasionada que trabaja para crear un mundo más justo. Ella es productora cinematográfica, autora de un blog y de libros infantiles, cuentista, y educadora comunitaria que utiliza su voz para ayudar a otros para que entiendan y apoyen a la juventud LGBTQ en sus propias familias, comunidades, y escuelas. Ella fundó Out Proud Families en 2013 para generar una mayor disponibilidad de espacios y recursos para abordar las experiencias de las familias de color y de razas múltiples.
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